sábado, 26 de julio de 2008



Y ante todo, los derechos y los deberes de cada miembro de una empresa son imprescindibles para alcanzar los objetivos previstos. La falta de alguno de ellos determina el fracaso de toda organización.
J.G.Arvidsson



Todo trabajo necesita ser dirigido a un fin para obtener resultados y beneficios.

Los resultados se definen por una buena gestión.

Los beneficios se definen por los resultados.

Nace una necesidad de cooperación totalmente integrada, cuya necesidad es la de auto dirigirse usando los medios que da la empresa y que proyecta sus necesidades y reglas hacia un fin común. Hablamos del Grupo de Trabajo; una concentración cooperativista dentro de una organización completamente piramidal en la que desaparece la persona de dirección creando un grupo de equilibrio.

La primera norma para realizar un trabajo es definir las posibilidades del propio trabajador y esto sólo lo puede saber él mismo. Es de gran importancia que la persona se defina a sí misma y considere el grado de conocimiento y sus posibilidades y demostrarlas y nunca llegar al engaño.

Esto daña irremediablemente la relación entre la empresa, los trabajadores y el cliente.

La organización del trabajo define las posibilidades que pueden encontrarse en un Grupo de Trabajo. Ante todo, dicho trabajo debe adaptarse al personal y no a la inversa. Este último caso no caracteriza a un buen trabajador, pues sus opciones de éxito no son muy altas.

La dirección ideal se basa en la comprensión de las capacidades del personal a su cargo y de su respuesta ante posibles imprevistos. En una oficina donde se encuentra una gran cantidad de personas existe la posibilidad de que la impersonalidad de la dirección sea la opción mas factible, ya que al no existir unos lazos emocionales de algún tipo, no existirá un interés personal y a su vez no involucrará en la relación laboral favoritismos que llevan a una tendencia de envidia e hipocresía.

En cambio, en situaciones en las que el personal de una oficina se ve reducido a unas pocas personas llegan a crearse lazos de amistad que pueden derivar en una mayor involucración en las decisiones laborales. Esta tendencia demostrada aumenta el valor del trabajo y anima a superarse y a apoyarse en situaciones laborales que pueden llegar a ser conflictivas.

Que destruye la concepción del Grupo de Trabajo

Básicamente, la destrucción de un Grupo de Trabajo está en la incapacidad del personal de una oficina de llegar a una comprensión directa de los problemas y se ve normalmente animada por la dirección de la misma, cuya incapacidad de poner orden lo convierte en el problema principal.

Los factores que influyen en esta situación son:

- Discordia: Basada generalmente en el egoísmo y la rivalidad.
- Envidia: Hacia el trabajo de otros compañeros, cualidades y la falta de la diversificación de medios.
- Hipocresía: Aparentando lo que no es, ocultando detalles importantes y valorando negativamente a otros compañeros a sus espaldas.
- Pesimismo: Negación del trabajo bien hecho de otros compañeros y poniendo dificultades a sus ideas.
- Desconsideración: Falta de atención a otros compañeros desechando las ideas y proyectos de otros.
- Totalitarismo: Pensar que al estar en la dirección, se está por encima de los demás en las decisiones tomadas y no se toma en cuenta otras ideas.

Todos los factores causan una ruptura del Grupo de Trabajo que acaba repercutiendo en la gestión del trabajo y que a su vez en los beneficios propios del trabajo (resultados y remuneración).

Para que las cosas funcionen tenemos que darle la vuelta a lo anteriormente expuesto. Tenemos que ofrecer una garantía de trabajo ordenado y eficiente y con una calidad insuperable. Para ello se debe invertir los valores negativos.

- Creamos concordia entre los componentes de un Grupo de trabajo, de este modo es mas cómodo relacionarse.
- Conformidad aceptando las ideas y los recursos ofrecidos.
- Sinceridad para aceptar consejos y darlos.
- Optimismo propio y ajeno. Resulta de gran ayuda apoyar a un compañero y ser apoyado, ya que aumenta las posibilidades de rendir a un nivel más alto.
- Consideración. Aceptamos los errores propios y ajenos, alentamos las posibilidades.
- Democracia. Un alto nivel de acuerdos hacia un objetivo común estimula el trabajo en equipo.

Todo esto es muy sencillo de llevar y no supone un gasto económico por ninguna de las partes. Ayuda a crecerse como persona y como profesional, el apoyo en todos los niveles es activamente, el valor mas seguro para llevar a buen termino un proyecto.

Pero hay que tener en cuenta que debe haber cambios drásticos en los lugares de trabajo en el que la dirección considera que las tareas son lo primero y las relaciones quedan al margen.

En base a todo esto generamos un diagrama circular concéntrico que ha evolucionado para englobar todas las características primarias donde el grupo, como estructura mandataria, desaparece y reaparece como una globalización de valores.

Es obvio que todo eslabón de una cadena debe estar engrasado y preparado para realizar una acción común, pero está resultado que este hecho puede quedarse en el pasado si tenemos en cuenta que en la actualidad, es preferible la polivalencia laboral (dentro de unos márgenes cualificados) que el encasillamiento. Si en un equipo cada subordinado realiza una función activa, en el momento en que falle, el eslabón se pierde y se generan perdidas. Es necesaria la innovación y el cambio antes de que sea tarde.

El rechazo al cambio.

Como menciona Hill Reddin en su libro de El estilo de gestión[1], hay personas que minusvaloran la necesidad de la innovación y dan generalmente la impresión de ser esclavos de las reglas. El mayor temor que tienen de si mismos es conseguir que la emoción, la complacencia o la dependencia de los demás influyan en su juicio. Su mayor temor respecto a los demás es que puedan actuar irracionalmente y violar de alguna manera el sistema establecido.

Este es un factor que debe evitarse, un componente de este tipo frena al Grupo de Trabajo, ya que piensa que los problemas no aparecerán si todos se rigen por dichas reglas. Es cierto que las reglas son necesarias, es posible que en ciertas organizaciones sea necesario regirse casi ciegamente para mantener el status quo y la capacidad de mantenerse en alza, pero hay sitios en los que este hecho puede ser realmente desastroso.

Trabajamos en condiciones que requieren saltarse ciertas reglas para progresar, hay situaciones en que los resultados superan con creces los problemas que el trabajo pretende solucionar y la adaptación de nuevas “reglas” si es que de verdad se requieren es tremendamente necesaria.

La necesidad de una dirección.

No se pone en duda que la necesidad de un organizador que interponga una serie de normas es imprescindible. La capacidad organizativa de una empresa dice mucho de ella. Pero puede coexistir un nuevo valor organizativo muy poco valorado hasta el momento, pero que en puntos muy concretos está dando muy buen resultado (y en este momento hablo de mi propia experiencia).

Se precisa de una Dirección General que defina las reglas, una Dirección Técnica que las rija y establezca una capacidad laboral específica, y en la base de la pirámide, el Grupo de Trabajo que las siga, las adapte y concluya el trabajo para el que fue destinado con un alto grado de satisfacción para todas las partes. Como ya se ha comentado anteriormente, lo obtenido con esto es un beneficio común.

Las Cualidades Organizativas del Grupo de Trabajo.

En un Grupo de Trabajo, como en una organización cooperativa, cada miembro responde con una cualidad especifica, esta calificación añade fuerza en la búsqueda de soluciones que se presentan en el trabajo.

Según este estilo de gestión, debemos desarrollar unas características específicas para que el Grupo de Trabajo avance y se estabilice. Hemos comentado la necesidad de una dirección que encamine los trabajos hacia el Grupo, y a partir de aquí, el mismo Grupo toma el mando de la situación dentro de un status operacional en el que la implicación de todos es fundamental.

La organización de las tareas dependerá de las posibilidades de cada empleado y deberá ser resuelto por la mejor opción disponible. Todo el desarrollo esta supeditado a estas capacidades, tanto como la resolución, que aunque sea un caso individual, deberá estar amparado por el Grupo. De este modo, cualquier incidencia en el desarrollo podrá ser corregida sin que el resto del personal quede al margen o desinformado. Como resultado tendremos la capacidad de continuidad en caso de que falle un miembro.

Un ejemplo: Una empresa que presta servicios de reparación de equipos de comunicaciones en barcos, como en la que trabajo. El procedimiento sería el siguiente.

Si la opción del Grupo de supedita a la coordinación local basada en la generalización de la dirección, todos los miembros quedarán incluidos en la resolución de servicios evitando que cualquier fallo de uno de sus componente rompa la línea de producción. La idea principal es la comunicación constante con todos los miembros y todas las instancias. Una vez finalizado el servicio el encargado de este procederá a preparar la información para almacenado y posterior envío a Coordinación de Servicios.

Espero que os haya quedado clara la idea del Grupo de Trabajo. No es un concepto nuevo, aunque como tal sé que es poco conocido, tal vez por ello lo considero como una novedad, pero os aseguro que si se organiza como es debido, los resultados pueden llegar a superar con creces las expectativas de cualquier empresario. Entiendo que no todos podáis estar de acuerdo, pero recordad que es sólo una idea.

[1] Como mejorar su estilo de gestión de Hill Reddin. Publicado en Ediciones Deusto. Edición de 1997.